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11/15/2015
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analfabeto funcional
aprendizaje significativo
BITS de inteligencia
metodología
refuerzo positivo
Del 9 al 13 de noviembre
Me gustaría empezar esta semana reflexionando sobre una pregunta que les hice a mis alumnos el lunes a primera hora. Les pregunté: "¿qué hicisteis el viernes pasado en clase?" (esa pregunta surgió a raíz de que el viernes tuve seminario y no pude asistir a clase). Su respuestas fueron: "No me acuerdo".
No lo recuerdan, todo lo que aprendiesen el viernes o lo que se pretendiese que aprendieran fue totalmente nulo. fue un aprendizaje totalmente no significativo, que no caló en sus memorias, ni les llamó la atención, ni les motivó. Y este hecho es un grave problema pues los alumnos no están adquiriendo ningún conocimiento significativo, que como expone Ausebel "...es muy importante en el proceso educativo
porque es el mecanismo humano por excelencia para adquirir y almacenar la
vasta cantidad de ideas e información representadas por cualquier campo del
conocimiento" (Ausebel & Novak, 1989:8), que modifique los esquemas mentales que ya poseían y que los incite a pensar y reflexionar sobre ellos.
Estamos tan centrados en cumplir unos objetivos, dar unos contenidos y terminar unos libros de texto que muchas veces no prestamos atención a lo verdaderamente importante. Al aprendizaje del alumnado. Estamos formando adultos, que sean capaz de convivir en una sociedad democrática y no solo convivir, sino que sean capaces de participar en ella y de ella. Que tengan un pensamiento crítico y una actitud de cambio, que defiendan sus propias opiniones y que no acepten nada como verdadero sin conocer todos los detalles, y eso, no lo estamos consiguiendo sin motivar a los alumnos a aprender y a generar su propio aprendizaje. La escuela debería ser un lugar en el que los estudiantes se sientan cómodos y en el que disfruten aprendiendo. Y sobre todo, debería ser una continuación de la vida social del alumnado, fuera del aula.
Por todo ello, estamos creando analfabetos funcionales. Que como considera la UNESCO, en el Libro Blando de EA un analfabeto funcional es la persona que no puede emprender aquellas actividades en que la alfabetización es necesaria para la actuación eficaz en su grupo o comunidad y que le permitan, asimismo, seguir valiéndose de la lectura, la escritura y la aritmética al servicio de su propio desarrollo y del desarrollo de la comunidad. (UNESCO, 1986:182).
Y, aprovechando que estamos hablando de un cambio en la manera en que concebimos la educación. Esta semana hicimos unos cambios en el horario curricular de los alumnos. Las dos horas semanales que dan inglés las tenían, ambas, a última hora. Disponiendo de tan solo unos escasos 40 minutos para repartir los libros, ver en qué página estamos y empezar la clase. Todo ello con el hándicap de la última hora, pues el alumnado se siente cansado y la metodología usada no es la más acorde para lo detallado. El cambio fue mover esas clases de inglés unas horas antes y reemplazarlas por matemáticas un día y social science otro, pues en general, esas asignaturas las aceptan mejor que inglés. El segundo cambio que se llevó a cabo fue en la metodología que usamos. En vez de seguir el libro de principio a fin vamos a usar BITS de inteligencia o también llamados Módulos de aprendizaje. Aunque su uso es más común en infantil nosotros vamos a modificar y crear los nuestros, adaptados al nivel cognitivo del alumnado. En un principio los usaremos para aprender vocabulario básico de inglés. Hicimos BITS de números, de salud, de transportes y del tiempo. Todos los temas que tocamos en otras áreas como natural science o social science. Y dependiendo del resultado que den, crearemos BITS de inteligencia para mejorar el cálculo mental, empezar con las tablas de multiplicar y mejorar la ortografía.
Nunca había oído hablar de este tipo de herramienta educativa, pero me resulta bastante interesante, pues es algo que fomenta la participación del alumnado activamente y les ayuda a memorizar vocabulario, acción que suele resultar tediosa a la hora de aprender un idioma nuevo. De momento, solo llevamos dos sesiones usando esta herramienta, pero más adelante veremos si es efectiva en este aula. Para conocer más sobre los BITS de inteligencia.
Algo que he aprendido esta semana es la forma de comenzar una clase, cuando esta está totalmente revolucionada. Y es de una manera positiva. El profesor empezó a alagar algunos de los alumnos con comentarios como: "oh, qué bien sentado está Fulanito" o "me han dicho que Menganito se ha portado muy bien hoy". Después procedió a apuntar en la pizarra los nombres de los niños que estaban en silencio y bien sentados. (Sí, esto se contradice a lo que hemos estado comentando en algunas reflexiones, a que los alumnos deben tener un aprendizaje activo y que no deberían estar sentados y en silencio, pues así no se aprende, pero teniendo en cuenta la metodología que se usa en el colegio y en las clases, en la que el rol activo suele tenerlo el profesor, al menos al comenzar una lección, los alumnos debían estar en silencio). Dibujó un muñeco, al que llamamos "El caballero del buen saber" y fue apuntando los nombres en torno a él, cada ve que apuntaba un nombre, decía algo positivo del alumnado. Resultando los 25 nombres de los alumnos (más los nuestros) en la pizarra al cabo de 10 minutos y pudiendo comenzar la clase de una manera efectiva y con la atención de todos puesta en él y en la explicación.
En mi opinión es una manera de empezar muy interesante, pues generalmente se empieza regañando, es decir, con un estímulo negativo a aquellos que no se comportan de la manera socialmente adecuada dentro de un aula. Y, generando un refuerzo positivo podemos conseguir muchos más resultados y no solo para empezar una clase, sino que podemos extrapolarlo a otros ámbitos educacionales, como el suspender un examen o simplemente en día a día del aula, felicitando a aquellos chicos que cumplan con sus obligaciones como estudiantes.
Estamos tan centrados en cumplir unos objetivos, dar unos contenidos y terminar unos libros de texto que muchas veces no prestamos atención a lo verdaderamente importante. Al aprendizaje del alumnado. Estamos formando adultos, que sean capaz de convivir en una sociedad democrática y no solo convivir, sino que sean capaces de participar en ella y de ella. Que tengan un pensamiento crítico y una actitud de cambio, que defiendan sus propias opiniones y que no acepten nada como verdadero sin conocer todos los detalles, y eso, no lo estamos consiguiendo sin motivar a los alumnos a aprender y a generar su propio aprendizaje. La escuela debería ser un lugar en el que los estudiantes se sientan cómodos y en el que disfruten aprendiendo. Y sobre todo, debería ser una continuación de la vida social del alumnado, fuera del aula.
Por todo ello, estamos creando analfabetos funcionales. Que como considera la UNESCO, en el Libro Blando de EA un analfabeto funcional es la persona que no puede emprender aquellas actividades en que la alfabetización es necesaria para la actuación eficaz en su grupo o comunidad y que le permitan, asimismo, seguir valiéndose de la lectura, la escritura y la aritmética al servicio de su propio desarrollo y del desarrollo de la comunidad. (UNESCO, 1986:182).
Y, aprovechando que estamos hablando de un cambio en la manera en que concebimos la educación. Esta semana hicimos unos cambios en el horario curricular de los alumnos. Las dos horas semanales que dan inglés las tenían, ambas, a última hora. Disponiendo de tan solo unos escasos 40 minutos para repartir los libros, ver en qué página estamos y empezar la clase. Todo ello con el hándicap de la última hora, pues el alumnado se siente cansado y la metodología usada no es la más acorde para lo detallado. El cambio fue mover esas clases de inglés unas horas antes y reemplazarlas por matemáticas un día y social science otro, pues en general, esas asignaturas las aceptan mejor que inglés. El segundo cambio que se llevó a cabo fue en la metodología que usamos. En vez de seguir el libro de principio a fin vamos a usar BITS de inteligencia o también llamados Módulos de aprendizaje. Aunque su uso es más común en infantil nosotros vamos a modificar y crear los nuestros, adaptados al nivel cognitivo del alumnado. En un principio los usaremos para aprender vocabulario básico de inglés. Hicimos BITS de números, de salud, de transportes y del tiempo. Todos los temas que tocamos en otras áreas como natural science o social science. Y dependiendo del resultado que den, crearemos BITS de inteligencia para mejorar el cálculo mental, empezar con las tablas de multiplicar y mejorar la ortografía.
Nunca había oído hablar de este tipo de herramienta educativa, pero me resulta bastante interesante, pues es algo que fomenta la participación del alumnado activamente y les ayuda a memorizar vocabulario, acción que suele resultar tediosa a la hora de aprender un idioma nuevo. De momento, solo llevamos dos sesiones usando esta herramienta, pero más adelante veremos si es efectiva en este aula. Para conocer más sobre los BITS de inteligencia.
Algo que he aprendido esta semana es la forma de comenzar una clase, cuando esta está totalmente revolucionada. Y es de una manera positiva. El profesor empezó a alagar algunos de los alumnos con comentarios como: "oh, qué bien sentado está Fulanito" o "me han dicho que Menganito se ha portado muy bien hoy". Después procedió a apuntar en la pizarra los nombres de los niños que estaban en silencio y bien sentados. (Sí, esto se contradice a lo que hemos estado comentando en algunas reflexiones, a que los alumnos deben tener un aprendizaje activo y que no deberían estar sentados y en silencio, pues así no se aprende, pero teniendo en cuenta la metodología que se usa en el colegio y en las clases, en la que el rol activo suele tenerlo el profesor, al menos al comenzar una lección, los alumnos debían estar en silencio). Dibujó un muñeco, al que llamamos "El caballero del buen saber" y fue apuntando los nombres en torno a él, cada ve que apuntaba un nombre, decía algo positivo del alumnado. Resultando los 25 nombres de los alumnos (más los nuestros) en la pizarra al cabo de 10 minutos y pudiendo comenzar la clase de una manera efectiva y con la atención de todos puesta en él y en la explicación.
En mi opinión es una manera de empezar muy interesante, pues generalmente se empieza regañando, es decir, con un estímulo negativo a aquellos que no se comportan de la manera socialmente adecuada dentro de un aula. Y, generando un refuerzo positivo podemos conseguir muchos más resultados y no solo para empezar una clase, sino que podemos extrapolarlo a otros ámbitos educacionales, como el suspender un examen o simplemente en día a día del aula, felicitando a aquellos chicos que cumplan con sus obligaciones como estudiantes.
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- Acaso, M. (2009). La Educación Artística no son manualidades: Nuevas prácticas en la enseñanza de las artes y la cultura visual. Madrid: Los Libros de la Catarata.
- Ausebel, D., & Donovak, J. (1989). Psicología Educativa. Un punto de vista cognoscitivo. Consultado el 14 de noviembre de 2015, de http://cmapspublic2.ihmc.us/rid=1J3D72LMF-1TF42P4-PWD/aprendizaje significativo.pdf
- Fernández, J. (1986). El Libro Blanco en la Educaión de Adultos. Madrid: MEC.
- Guerrero, D., & Ortiz, S. (n.d.). Método Doman: Programa enciclopédico (bits de inteligencia). Consultado el 14 de noviembre de 2015, de http://www.disanedu.com/index.php/metodo-glenn-doman/bits-de-inteligencia
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